A continuación os dejamos plasmado el manifiesto que leímos tras la manifestación del pasado día 01 de julio:
El 28 de junio se celebra, como cada año, el Día internacional del Orgullo LGBTIQ (lésbico, gay, bisexual, transexual, intersexual y queer), conmemorando los disturbios de Stonewall, unas manifestaciones espontáneas contra la redada policial, que tuvo lugar en la madrugada de ese día en 1969, en el bar neoyorquino Stonewall Inn.
Casi 6.000 km nos separan de la Gran Manzana, pero este episodio sacudió todo el globo y fue un pistoletazo de salida para que toda la comunidad diversa se uniera en la lucha de defender nuestros derechos contra un sistema, legal, policial y social, que nos perseguía y negaba como personas, saliendo a la calle a defender y reclamar los derechos de una población que vivía escondida y atemorizada. Sin esos pasos, gritos, pancartas y banderas quizá parte de esos derechos y libertades que hoy disfrutamos no hubiesen sido posibles.
Año tras año, las siguientes generaciones hemos continuado tomando las calles alrededor de esta fecha para celebrar todo lo conseguido a lo largo de los años, pero también para seguir reivindicando aspectos que hasta ahora se nos siguen negando y para denunciar situaciones que rozan la vejación, el delito y atentan contra los derechos humanos de las personas LGTBIQ, de manos de la ultraderecha conservadora que promueven discursos totalitarios y pasan a la acción con agresiones verbales, físicas y psicológicas no sólo contra las personas homosexuales (gais y lesbianas), bisexuales, trans, intersex y queer y familias LGTBIQ, sino también contra las mujeres, las personas migrantes y contra cualquier persona o colectivo objetivo de sus discursos de odio.
Por ello, tanto la población LGTBIQ como sus familias, nos sentimos compañeras, compañeres y compañeros de lucha junto a todas aquellas personas y colectivos sobre los que la reacción ultraconservadora ha focalizado su odio. Los discursos de odio y los delitos de odio son transversales, por lo que su rechazo y combate también debe ser transversal. Por estos motivos, debemos seguir manteniendo la defensa de los derechos humanos y sumarnos a una estrategia de resistencia y lucha contra los mismos.
Según el informe de ILGA Europe presentado en 2023, se concluye que 2022 fue el año más violento para las personas LGBTIQ toda Europa en la última década, tanto a través de ataques feroces planificados como a través de suicidios a raíz del creciente y generalizado discurso de odio de los políticos, líderes religiosos, organizaciones de derecha y expertos de los medios de comunicación. Como resultado, los ataques contra personas LGBTIQ -con una voluntad consciente y deliberada de matar y herir-, han aumentado a niveles sin precedentes, incluidos dos ataques terroristas fuera de bares LGBTIQ en Noruega y Eslovaquia, los cuáles, suman el asesinato de cuatro personas y la mutilación de 22. Asimismo, la existencia de informes de más asesinatos y el gran número de suicidios de personas LGBTI en toda Europa y no solo en países que se consideran más regresivos, hacen saltar las alarmas al respecto.
En nuestro propio país, en los últimos tiempos, han sucedido distintos acontecimientos que han removido la tranquilidad de las personas del colectivo:
Con respecto a nuestra comunidad autónoma se continúa sin implementar y desarrollar las leyes propias del colectivo. Sigue sin ponerse en marcha planes educativos específicos que incluyan la diversidad de manera transversal que faciliten la convivencia y prevengan agresiones, violencia, incitación al odio e incluso suicidios. Abogamos por impartir formación en diversidad a los trabajadores y trabajadoras que desarrollan su labor en los distintos espacios de atención al ciudadano no sólo competencia de la comunidad autónoma sino a niveles provinciales y locales. En materia de salud sexual y emocional sigue existiendo una atención deficiente a las personas Trans e intersex, además de a las mujeres lesbianas, las personas no binaries, las personas migrantes, las personas con vih o cualquier otra infección de transmisión sexual o genital. Tantas y tantas cosas que todavía faltan por hacer.
Como se refleja en la Declaración Institucional con motivo del Día Nacional del Orgullo LGTBI aprobada en el Consejo de Ministras y Ministros se renueva el compromiso con los principios de libertad, de dignidad y de libre desarrollo de la personalidad de toda la ciudadanía, no solo con el derecho a amar y con el derecho de cada persona a definirse como es, sino con la necesidad de dar todos los pasos necesarios para que esos derechos no figuren solo en las leyes, sino que sean efectivos en cada día, en cada minuto de la vida de todas las personas. Y esos derechos reales y efectivos implican la erradicación definitiva de cualquier discriminación por orientación sexual, identidad y expresión de género o características sexuales. Y esto es lo que pedimos a las demás administraciones públicas que cumplan: compromiso de libertad, de dignidad y de libre desarrollo para todas y cada una de las personas que conforman el colectivo LGBTQI.
Desde las marginalidades somos víctimas históricas del odio, pero también hemos reproducido los privilegios y opresiones del sistema en el que vivimos y, en ocasiones, como colectivo, y como individuos, olvidamos el derecho a ser de cada une imponiendo nuestro derecho sobre hermanes de diversidad.
Porque hemos sido, somos y seremos irremediablemente DIVERSES.
Y por si alguien no pudo asistir, dejamos por aquí algunas imágenes del evento!
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